La casa de la Troya guarda una ambivalente estima y consideración general por ser un innegable clásico juvenil de la literatura española (lo cual no es poco decir) y ser a la vez una de esas viejas novelas empolvadas que actualmente pocos leen. Su valor puramente literario puede o no estar en duda, pero su valor cultural es patente y digno de la posteridad.
El mérito de la obra recae sobre varias cuestiones que el lector sincero y desinteresado puede percibir apenas logra engancharse, la nostálgica vida del garboso universitario, la alegría inspirada por la camaradería exaltada de los "troyanos", el nunca despreciable idilio de los jóvenes amantes que se alzan triunfales sobre las propias y ajenas desavenencias; Las hazañas de los tunos, que a la par que embusteros y ladinos, son los justicieros del amor y la juventud; aspecto que considero medular en la novela.
Desde la primera lectura queda ese grato recuerdo de haber acompañado las correrías de una entregada e incondicional hermandad. La juerga, la algazara, la aventura, la música... Todo ello engendra una sensación de añoranza vivencial que se traduce en una fascinación por la obra casi de manera involuntaria.
Otra cuestión considerable de la novela es, sin pretender mucho, la excelente ambientación. No es necesario parar a desmenuzar los recursos descriptivos del autor para entender que, tras la lectura de la obra, queda uno aguijoneado a indagar más sobre los escenarios de Galicia y más en específico de Santiago de Compostela...
Una novela adorable, depurada, sencilla, austera, entusiástica... imperdible. Desde la primera lectura queda ese grato recuerdo de haber acompañado las correrías de una entregada e incondicional hermandad. La juerga, la algazara, la aventura, la música... Todo ello engendra una sensación de añoranza vivencial que se traduce en una fascinación por la obra casi de manera involuntaria.
Otra cuestión considerable de la novela es, sin pretender mucho, la excelente ambientación. No es necesario parar a desmenuzar los recursos descriptivos del autor para entender que, tras la lectura de la obra, queda uno aguijoneado a indagar más sobre los escenarios de Galicia y más en específico de Santiago de Compostela...
Breve nota sobre la novela y el autor...
Alejandro Pérez Lugín nació en Madrid, España. Fue periodista, escritor y cineasta. Vivió un tiempo en Santiago de Compostela y acudió a esta universidad para estudiar la carrera de Derecho, lo cual nos permite apreciar que La casa de la Troya tiene cierta inspiración autobiográfica.
Pérez Lugín fue reconocido en el mundo de las letras taurinas, pero nos legó un par de novelas de gran consideración y estima: Currito de la Cruz y La casa de la Troya, sin embargo, no fueron sus únicas obras.
La casa de la Troya fue escrita en 1914 y publicada un año después. En su época se convirtió en una lectura muy popular entre los jóvenes estudiantes, casi era requisito leerla. La novela fue premiada por la Real Academia Española en 1915 (Premio Fastenrath). Se han hecho al menos 5 adaptaciones cinematográficas sobre la novela.
***
La cuarta lectura que he hecho de la obra, se da en 2020, como parte de este proyecto de exploración y estudio, en el cual, aparte de ver un par de películas a modo de complemento, me di a la tarea de realizar una sinopsis capítulo a capítulo y una lista de personajes principales, elementos que presentaré poco más adelante. Asimismo realicé una adaptación propia (abreviada) con la finalidad de poder dárselas a leer a mis pequeños alumnos y otros seres allegados, pues mi objetivo es dar difusión en medida de lo posible a esta pequeña-gran obra maestra que tantas satisfacciones me ha dado. Por lo anterior, y algunas cosas más, La casa de la Troya es una obra literaria fundamental en mi predilección y experiencia lectora. Nunca antes había leído una novela cuatro veces, récord que se mantiene vigente y que se comparte con El principito. Y si he leído cuatro veces esta querida novela, es claramente porque me ha logrado generar un fascinación íntima de la cual siempre me he sentido bastante orgulloso. En seguida algunos apéndices...
Personajes principales
(Advertencia: las descripciones pueden contener notas sobre el argumento de la novela que adelantan sucesos y situaciones, y que por ello puedan estropear su lectura)
Gerardo Roquer y Paz. Figura central de la novela. Es un madrileño universitario de 20 años que es forzado por su padre a pasar una temporada en Santiago de Compostela para continuar con sus estudios. Esto debido a la vida juerguista que llevaba en Madrid. Se presenta un tanto taciturno al principio de la novela, pero termina por fundirse con la vida hilarante de los "troyanos". Se enamora de Carmen Castro Retén, segundo personaje protagónico en la novela.
Carmen (Carmiña) Castro Retén. Joven gallega de gran belleza e inteligencia, así como adorable personalidad. Su apellido tiene cierto prestigio en Galicia. Es la co-protagonista, Gerardo Roquer se enamora de ella.
Casimiro Barcala. Universitario bigotudo. "Natural de Túy y poeta". Inquilino de la casa de la Troya. Uno de los líderes de la "cofradía" de estudiantes. Uno de los más destacados camaradas de Gerardo.
José Madeira. Estudiante de la universidad de Santiago. Una suerte de pillo con madera de líder. Hombre de mundo. También gran camarada de Roquer.
Augusto Armero. Joven universitario de origen madrileño. Fue el primer camarada de Roquer en su estancia en Compostela.
Adolfo Pulleiro. Estudiante de medicina. Compañero de hospedaje de Gerardo Roquer, a quien curó y asistió luego de ser herido en la frente en cierta riña que participó. Tocaba el cornetín para solventar sus estudios.
Jesús Samoeiro. Apodado "Ostrógodo". Inquilino de la Casa de la Troya, muchacho enamoradizo al cual el resto de los inquilinos gustaban molestar con frecuencia.
Generosa Carollo. Posadera, dueña de la Casa de la Troya (Posada). Atendía a los tunos con afecto maternal.
Don Juan Roquer. Padre de Gerardo, hombre ejecutivo.
Laureano de Castro. Padre de Carmiña. Fallece poco después de iniciado el noviazgo de su hija con Roquer.
Octavio (Maragota) Fernández Valiño. Joven ejemplar. Pretendiente de Carmen Castro. Hijo de Jacinta Valiño, tía política de Carmiña.
Jacinta (Maragota) Valiño. Madre de Octavio, esposa de Angelito Retén, hermano éste de la madre de Carmen Castro. Es la antagonista principal de la novela.
Ventura Lozano y Portilla. Ex juez de Órdenes. Amigo de don Juan Roquer y comisionado por éste para asistir a Gerardo en Santiago de Compostela, así como mantenerle informado de su conducta.
Doña Segunda. Esposa de Ventura Lozano.
Ramona (Moncha). Hija de Ventura Lozano y Doña Segunda (Fue novia de Casimiro Barcala). Amiga de Carmiña Castro.
Filo. Hija de Ventura Lozano y Doña Segunda. Amiga de Carmiña Castro.
Amara. Fámula de la casa de don Ventura Lozano.
Rafael. Camarero perspicaz de un café de Santiago de Compostela al que en cierta ocasión visitó Gerardo.
Rivas. Bedel de la universidad de Santiago de Compostela.
Don Servando. Profesor de la universidad de Santiago de Compostela, bastante letrado pero con estilo transigente con sus alumnos.
Mañitas. Una cantante (tiple) de teatro, Gerardo se enamoró de ésta en Madrid, pero ésta no le era afecta. La "Mañitas" es presentada como una mujer casquivana. En cierta ocasión es llamada por Gerardo como Charito.
Lorenzo Carballo. Personaje 'soñador' y ebrio con quien Gerardo topaba en sus paseos. Despendió una fortuna heredada con una bella cantante. Gerardo lo defendió en cierta ocasión de unos rufianes.
Guía de capítulos
Capítulo I:
Donde se narra la llegada de Gerardo Roquer a Santiago de Compostela a instancias de su padre, quien pretende alejarlo de la vida juerguista y ociosa de Madrid. Se aloja en una fonda de poca clase aunque pide la mejor habitación. Más tarde, entra en un café donde charla brevemente con Rafael, el camarero. Poco después se topa por primera vez con Madeira.
Capítulo II:
Gerardo asiste a su primera clase con el profesor Don Servando, el cual se da a conocer como un tipo socarrón e indulgente. Tras concluido el primer día del curso, Gerardo conversa brevemente con Augusto Armero, joven universitario de origen madrileño.
Capítulo III:
Se cuenta cómo Gerardo deja de asistir a la universidad para sumirse en la morriña, entregarse a las lecturas nocturnas y dar alguno que otro paseo ocasional. Rafael y Augusto Armero le buscan para intentar animarlo y salir de sus solitarias rutinas. Ambos logran convencer a Gerardo de que se mude a la Casa de la Troya, donde Gerardo empieza a familiarizarse con los inquilinos y con doña Generosa, la dueña de la casa de huéspedes.
Capítulo IV:
Donde se relata cómo Gerardo defendió a un borracho llamado Lorenzo Carballo de las vilezas de unos rufianes; Quedando herido en la riña y siendo asistido por nada menos que Carmiña Castro Retén y su padre, a quienes ya había topado anteriormente en sus paseos ocasionales. Gerardo fue tratado como todo un héroe en la Casa de la Troya, todos procuraban darle atenciones y compañía. Gerardo es informado que Don Ventura Lozano y Portilla, amigo de su padre, fue designado como su tutor en Santiago. Gerardo lo visita y conoce a sus hijas: Moncha y Filo; también a su esposa: Doña Segunda. En esta misma visita se reencuentra con Carmiña, quien es ahijada de los Lozano y Portilla.
Capítulo V:
Relata cómo Gerardo tiene una charla agradable con las hijas de Don Ventura Lozano, asimismo tiene su primera conversación con Carmiña Castro, de quien obtiene una agradable imagen e impresión. Los tunos de la Troya se organizan para llevar serenata a algunas muchachas. Gerardo propone algunas composiciones para dedicarlas a Carmen. La serenata acaba en juerga nocturna.
Relata cómo Gerardo tiene una charla agradable con las hijas de Don Ventura Lozano, asimismo tiene su primera conversación con Carmiña Castro, de quien obtiene una agradable imagen e impresión. Los tunos de la Troya se organizan para llevar serenata a algunas muchachas. Gerardo propone algunas composiciones para dedicarlas a Carmen. La serenata acaba en juerga nocturna.
Capítulo VI:
Gerardo comienza a pasear intencionalmente por la casa de Carmiña. Se revela que Carmen tiene otros tres pretendientes, uno de los cuales, Octavio Fernández Valiño (Alias "Maragota") es el de mayor importancia, fama, y renombre. Naturalmente, Gerardo empieza a rivalizar con "Maragota", al punto tal de que en cierta ocasión casi acaban a golpes en un teatro.
Gerardo comienza a pasear intencionalmente por la casa de Carmiña. Se revela que Carmen tiene otros tres pretendientes, uno de los cuales, Octavio Fernández Valiño (Alias "Maragota") es el de mayor importancia, fama, y renombre. Naturalmente, Gerardo empieza a rivalizar con "Maragota", al punto tal de que en cierta ocasión casi acaban a golpes en un teatro.
Capítulo VII:
Donde se relata cómo Gerardo se decide a escribir una misiva a Carmen dándole razón del gusto que le genera y de cómo Carmiña le devuelve intacta la epístola. Gerardo, por instancia de Augusto Armero, le envía una segunda carta, pero ésta también es devuelta. Nuestro héroe se siente herido en su orgullo y vuelve al hastío por Santiago de Compostela. Al final de este capítulo, Gerardo va con los tunos a jugar baraja y perder algo de dinero.
Capítulo VIII:
Gerardo Roquer y Augusto Armero pasean por las calles de Compostela. Augusto cuenta algunas anécdotas y datos culturales sobre Santiago. De pronto se encuentran con Carmiña y su madrina Doña Segunda, se acercan a saludar y sale el tema de cierto baile a punto de desarrollarse. Carmen dice no saber si irá, pero en caso de hacerlo le promete un vals a Gerardo.
Capítulo IX:
Se lleva a cabo el tan esperado baile. Gerardo baila con Carmiña y le declara su amor de una manera apasionada. Carmen no le rechaza, pero tampoco le da el sí. Carmiña le dice a su padre que el joven Roquer le declaró su amor, pero que ella le pidió como prueba que cambiara la improductiva vida que llevaba hasta ahora el joven Gerardo.
Capítulo X:
Gerardo se dedica a sus estudios con el afán de obtener buenas notas (para con ello dar por cumplida la promesa que le había hecho a Carmen) y así obtener el anhelado "sí". Llegó la temporada de entrega de calificaciones y nuestro joven amigo obtuvo notas favorables, las cuales no dudo en hacérselas saber a su padre y a Carmiña. Su padre le escribió que lo esperaba en Madrid con un gusto enorme. Gerardo Roquer debía pasar el verano en Madrid, pero sentía la necesidad de que Carmen le diera una respuesta definitiva antes de partir, así que fue a visitarla y le suplicó que le diera un sí o un no a sus anhelos amorosos. Carmen solo le dio por respuesta que volviera de Madrid. Lo cual Roquer entendió de manera acertada como un anhelo genuino de Carmen por tenerlo de nuevo a su lado.
Capítulo XI:
Gerardo vuelve a Madrid, pero una vez ahí, se da cuenta que sus amigos no lo echaron de menos, algunos ni siquiera lo recordaban. Nuestro estudiante no se siente pleno en Madrid, anhela volver a Santiago de Compostela, estar cerca de su amada Carmiña, y así lo hace, emprende el viaje a Galicia y fortuitamente se entera que los Castro se encuentran en su pazo veraniego, que se localiza cerca de donde nuestro Gerardo se hospeda. Visita a Carmiña y le demuestra que ha vuelto solo por ella, Carmen finalmente le confiesa su amor.
Capítulo XII:
Carmen y Gerardo viven su soñado noviazgo en el pazo de los Castro Retén. En una fiesta, Gerardo reconoce a Adolfo Pulleiro, su compañero de escuela y de hospedaje en Santiago, el encuentro resulta ser muy grato y emotivo. En este capítulo se relata cómo el padre de Carmiña enferma y muere, Carmen queda devastada, pero Gerardo se encarga de acompañarla en todo momento y ser un valioso respaldo. Cuando el padre de Carmen muere, Jacinta Valiño (la Maragota), madre de Octavio (también apodado Maragota) urde un plan ruin para hacer que Gerardo adelante su partida a Santiago de Compostela y de este modo dejar el camino libre a Octavio para con Carmiña Castro Retén.
Capítulo XIII:
Gerardo adelanta su partida a Santiago de Compostela, falto de amigos (pues yacen fuera por el receso escolar) y falto de Carmiña, Santiago se le presenta aun más desolador de lo que le pareció la primera vez que llegó ahí. Roquer le escribe a Augusto Armero, quien lo invita a pasar una temporada con él, pero Gerardo lo rechaza, luego Barcala también lo invita a que le visite en Tuy (Pontevedra), y ante la angustiosa soledad, esta vez Gerardo accede. Mientras tanto, Carmiña es envenenada por la Maragota, quien le hace creer que Roquer se fue de su lado porque estaba aburrido de ella y buscaba diversiones, Carmen empieza a creerle ingenuamente y se atormenta por ello.
Capítulo XIV:
Los tunos estaban nuevamente reunidos en Santiago de Compostela. Felices de estar reunidos al fin, y deseosos de diversiones, salieron de juerga, el caso es que de modo circunstancial se vieron envueltos en una gresca tabernera, incidente que los llevó a la detención y al momentáneo aprisionamiento. El asunto se arregló y pudieron salir pasada la noche, sin embargo, el escándalo no se hizo esperar; Gerardo Roquer, Madeira, Barcala, Armero y otros troyanos estaban en el ojo del huracán, todo Santiago hablaba de la indecencia de los estudiantes que se vieron involucrados. Estas noticias llegaron a los oídos de Carmiña, quien se terminó de convencer de que Gerardo no solo estaba aburrido de ella, sino que había vuelto a su vida licenciosa, pues para colmo, una tal Pachequito, fue vista cerca de Gerardo cuando éste salió de la cárcel. Devastada, Carmen le envió sus cartas a Gerardo y le pidió que le enviara las de ella, lo cual era un acto de rompimiento.
Capítulo XV:
El escándalo que involucró a Gerardo y a los tunos, llegó también a oídos del padre de Roquer. Gerardo estaba seguro de que esto había sido obra de Don Ventura Lozano, ex juez de órdenes, quien era su tutor. Así que Roquer le hizo un severo reclamo; Don Ventura indignado renunció a la representación paterna que Don Juan le había asignado.
Gerardo impaciente fue en busca de Carmen, Doña Jacinta (Maragota) le informó que no lo quería recibir, lo cual era mentira, pues Carmiña realmente no se encontraba en casa, todo era un plan bien urdido por la Maragota. Gerardo se retiró triste y desesperado a la vez.
Poco después, Carmen se enteró por una fámula que Gerardo la fue a buscar, pero no le comunicaron nada. A raíz de esto, Carmiña empezó a deducir toda la verdad, que Doña Jacinta Maragota estaba manipulándola para separarla de Gerardo y así dejarle el camino libre a Octavio, su hijo. Carmen no dijo nada, actuó con suma astucia, pues sabía que estaba a merced de los Maragota.
Octavio Valiño, el Maragota menor, hizo al fin su propuesta amorosa, pero Carmen pidió tiempo para pensarlo, aunque sabía de antemano que lo iba a rechazar. Cuando la presionaron a dar su respuesta, Carmiña pidió ir a Santiago de Compostela a consultar a algunos viejos amigos de la familia en busca de consejo, pero en realidad planeaba pedir ayuda a un sacerdote, pues ella sabía que estaba en medio de un peligroso plan de comprometerla con Octavio en contra de su voluntad.
Capítulo XVI:
A pesar del supuesto rechazo de Carmiña, Gerardo no se resignaba a perderla, pensaba que no era posible que el amor tan sólido que se tenían se pudiera tambalear con el mínimo soplo de adversidad. Una mañana, doña Generosa le informó a Gerardo que había visto a Carmiña en Santiago de Compostela en compañía de la Maragota, fue la misma mañana en que Carmen pidiera hablar con un sacerdote para pedir ayuda. Roquer se dispuso a buscarla, pero no tuvo éxito, pues resulta que ni los "Maragotas" sabían dónde se encontraba Carmiña, estaba desaparecida. Los tunos de la Troya estaban dispuestos a ayudar a Gerardo Roquer en cualquier cosa que hubiera qué hacer para recuperar a Carmiña, incluso asaltar la casa de los Retén en caso de que la tuvieran secuestrada.
Capítulo XVII:
Pulleiro, compañero y amigo de Gerardo, quien anteriormente fuera obsequiado por Roquer con un juego de herramientas de cirugía, le informa a nuestro héroe que en el ejercicio de su labor médica le ha sido posible encontrar accidentalmente a Carmiña, quien se encuentra en un convento como refugiada. Gerardo le pide a Pulleiro que lo ayude a llegar a ella, pero "Panduriño" le dice que no le es posible, pero que le llevará una carta. Sin embargo, Roquer no se conforma y decide hacerse pasar por médico auxiliar de Pulleiro para ingresar al convento, una vez dentro urde un plan para que Carmiña lo escuche y salga en su encuentro, al final lo logra. Carmen y Gerardo se encuentran de nuevo, y así juntos, se vuelven a refrendar el amor mutuo que se tienen, ambos saben que todo fue culpa de los Maragota y están dispuestos a salir del lío y casarse a la primera oportunidad.
El padre de Gerardo, Don Juan Roquer, se presenta ante Angelito Retén, tío de Carmiña y esposo de la Maragota; de manera formal pero contundente, conmina a Don Ángel a que acceda a no oponerse a la boda entre Carmiña y Gerardo. Al final todo se resuelve y la boda se consuma, los tunos se gradúan y aunque lamentan el no poder seguir siendo compañeros de clase, celebran la felicidad de los recién casados y festejan la amistad tan leal que vivieron como tunos de la Casa de la Troya.
Donde se relata cómo Gerardo se decide a escribir una misiva a Carmen dándole razón del gusto que le genera y de cómo Carmiña le devuelve intacta la epístola. Gerardo, por instancia de Augusto Armero, le envía una segunda carta, pero ésta también es devuelta. Nuestro héroe se siente herido en su orgullo y vuelve al hastío por Santiago de Compostela. Al final de este capítulo, Gerardo va con los tunos a jugar baraja y perder algo de dinero.
Capítulo VIII:
Gerardo Roquer y Augusto Armero pasean por las calles de Compostela. Augusto cuenta algunas anécdotas y datos culturales sobre Santiago. De pronto se encuentran con Carmiña y su madrina Doña Segunda, se acercan a saludar y sale el tema de cierto baile a punto de desarrollarse. Carmen dice no saber si irá, pero en caso de hacerlo le promete un vals a Gerardo.
Capítulo IX:
Se lleva a cabo el tan esperado baile. Gerardo baila con Carmiña y le declara su amor de una manera apasionada. Carmen no le rechaza, pero tampoco le da el sí. Carmiña le dice a su padre que el joven Roquer le declaró su amor, pero que ella le pidió como prueba que cambiara la improductiva vida que llevaba hasta ahora el joven Gerardo.
Capítulo X:
Gerardo se dedica a sus estudios con el afán de obtener buenas notas (para con ello dar por cumplida la promesa que le había hecho a Carmen) y así obtener el anhelado "sí". Llegó la temporada de entrega de calificaciones y nuestro joven amigo obtuvo notas favorables, las cuales no dudo en hacérselas saber a su padre y a Carmiña. Su padre le escribió que lo esperaba en Madrid con un gusto enorme. Gerardo Roquer debía pasar el verano en Madrid, pero sentía la necesidad de que Carmen le diera una respuesta definitiva antes de partir, así que fue a visitarla y le suplicó que le diera un sí o un no a sus anhelos amorosos. Carmen solo le dio por respuesta que volviera de Madrid. Lo cual Roquer entendió de manera acertada como un anhelo genuino de Carmen por tenerlo de nuevo a su lado.
Capítulo XI:
Gerardo vuelve a Madrid, pero una vez ahí, se da cuenta que sus amigos no lo echaron de menos, algunos ni siquiera lo recordaban. Nuestro estudiante no se siente pleno en Madrid, anhela volver a Santiago de Compostela, estar cerca de su amada Carmiña, y así lo hace, emprende el viaje a Galicia y fortuitamente se entera que los Castro se encuentran en su pazo veraniego, que se localiza cerca de donde nuestro Gerardo se hospeda. Visita a Carmiña y le demuestra que ha vuelto solo por ella, Carmen finalmente le confiesa su amor.
Capítulo XII:
Carmen y Gerardo viven su soñado noviazgo en el pazo de los Castro Retén. En una fiesta, Gerardo reconoce a Adolfo Pulleiro, su compañero de escuela y de hospedaje en Santiago, el encuentro resulta ser muy grato y emotivo. En este capítulo se relata cómo el padre de Carmiña enferma y muere, Carmen queda devastada, pero Gerardo se encarga de acompañarla en todo momento y ser un valioso respaldo. Cuando el padre de Carmen muere, Jacinta Valiño (la Maragota), madre de Octavio (también apodado Maragota) urde un plan ruin para hacer que Gerardo adelante su partida a Santiago de Compostela y de este modo dejar el camino libre a Octavio para con Carmiña Castro Retén.
Capítulo XIII:
Gerardo adelanta su partida a Santiago de Compostela, falto de amigos (pues yacen fuera por el receso escolar) y falto de Carmiña, Santiago se le presenta aun más desolador de lo que le pareció la primera vez que llegó ahí. Roquer le escribe a Augusto Armero, quien lo invita a pasar una temporada con él, pero Gerardo lo rechaza, luego Barcala también lo invita a que le visite en Tuy (Pontevedra), y ante la angustiosa soledad, esta vez Gerardo accede. Mientras tanto, Carmiña es envenenada por la Maragota, quien le hace creer que Roquer se fue de su lado porque estaba aburrido de ella y buscaba diversiones, Carmen empieza a creerle ingenuamente y se atormenta por ello.
Capítulo XIV:
Los tunos estaban nuevamente reunidos en Santiago de Compostela. Felices de estar reunidos al fin, y deseosos de diversiones, salieron de juerga, el caso es que de modo circunstancial se vieron envueltos en una gresca tabernera, incidente que los llevó a la detención y al momentáneo aprisionamiento. El asunto se arregló y pudieron salir pasada la noche, sin embargo, el escándalo no se hizo esperar; Gerardo Roquer, Madeira, Barcala, Armero y otros troyanos estaban en el ojo del huracán, todo Santiago hablaba de la indecencia de los estudiantes que se vieron involucrados. Estas noticias llegaron a los oídos de Carmiña, quien se terminó de convencer de que Gerardo no solo estaba aburrido de ella, sino que había vuelto a su vida licenciosa, pues para colmo, una tal Pachequito, fue vista cerca de Gerardo cuando éste salió de la cárcel. Devastada, Carmen le envió sus cartas a Gerardo y le pidió que le enviara las de ella, lo cual era un acto de rompimiento.
Capítulo XV:
El escándalo que involucró a Gerardo y a los tunos, llegó también a oídos del padre de Roquer. Gerardo estaba seguro de que esto había sido obra de Don Ventura Lozano, ex juez de órdenes, quien era su tutor. Así que Roquer le hizo un severo reclamo; Don Ventura indignado renunció a la representación paterna que Don Juan le había asignado.
Gerardo impaciente fue en busca de Carmen, Doña Jacinta (Maragota) le informó que no lo quería recibir, lo cual era mentira, pues Carmiña realmente no se encontraba en casa, todo era un plan bien urdido por la Maragota. Gerardo se retiró triste y desesperado a la vez.
Poco después, Carmen se enteró por una fámula que Gerardo la fue a buscar, pero no le comunicaron nada. A raíz de esto, Carmiña empezó a deducir toda la verdad, que Doña Jacinta Maragota estaba manipulándola para separarla de Gerardo y así dejarle el camino libre a Octavio, su hijo. Carmen no dijo nada, actuó con suma astucia, pues sabía que estaba a merced de los Maragota.
Octavio Valiño, el Maragota menor, hizo al fin su propuesta amorosa, pero Carmen pidió tiempo para pensarlo, aunque sabía de antemano que lo iba a rechazar. Cuando la presionaron a dar su respuesta, Carmiña pidió ir a Santiago de Compostela a consultar a algunos viejos amigos de la familia en busca de consejo, pero en realidad planeaba pedir ayuda a un sacerdote, pues ella sabía que estaba en medio de un peligroso plan de comprometerla con Octavio en contra de su voluntad.
Capítulo XVI:
A pesar del supuesto rechazo de Carmiña, Gerardo no se resignaba a perderla, pensaba que no era posible que el amor tan sólido que se tenían se pudiera tambalear con el mínimo soplo de adversidad. Una mañana, doña Generosa le informó a Gerardo que había visto a Carmiña en Santiago de Compostela en compañía de la Maragota, fue la misma mañana en que Carmen pidiera hablar con un sacerdote para pedir ayuda. Roquer se dispuso a buscarla, pero no tuvo éxito, pues resulta que ni los "Maragotas" sabían dónde se encontraba Carmiña, estaba desaparecida. Los tunos de la Troya estaban dispuestos a ayudar a Gerardo Roquer en cualquier cosa que hubiera qué hacer para recuperar a Carmiña, incluso asaltar la casa de los Retén en caso de que la tuvieran secuestrada.
Capítulo XVII:
Pulleiro, compañero y amigo de Gerardo, quien anteriormente fuera obsequiado por Roquer con un juego de herramientas de cirugía, le informa a nuestro héroe que en el ejercicio de su labor médica le ha sido posible encontrar accidentalmente a Carmiña, quien se encuentra en un convento como refugiada. Gerardo le pide a Pulleiro que lo ayude a llegar a ella, pero "Panduriño" le dice que no le es posible, pero que le llevará una carta. Sin embargo, Roquer no se conforma y decide hacerse pasar por médico auxiliar de Pulleiro para ingresar al convento, una vez dentro urde un plan para que Carmiña lo escuche y salga en su encuentro, al final lo logra. Carmen y Gerardo se encuentran de nuevo, y así juntos, se vuelven a refrendar el amor mutuo que se tienen, ambos saben que todo fue culpa de los Maragota y están dispuestos a salir del lío y casarse a la primera oportunidad.
El padre de Gerardo, Don Juan Roquer, se presenta ante Angelito Retén, tío de Carmiña y esposo de la Maragota; de manera formal pero contundente, conmina a Don Ángel a que acceda a no oponerse a la boda entre Carmiña y Gerardo. Al final todo se resuelve y la boda se consuma, los tunos se gradúan y aunque lamentan el no poder seguir siendo compañeros de clase, celebran la felicidad de los recién casados y festejan la amistad tan leal que vivieron como tunos de la Casa de la Troya.
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La casa de la Troya
Año: 1959
País: España
Dirección: Rafael Gil
Valoración personal:
País: España
Dirección: Rafael Gil
Valoración personal:
✮✮✮✮
Una excelente adaptación que tiene un destacado apego a la obra, son pocos los detalles que no se representan y muy pocas las licencias y añadidos que se permite. Esto es muy plausible y digno de encomio de mi parte. En ese sentido, yo la tomo como la adaptación cinematográfica definitiva de la novela.
El colorido y la música hacen un cuadro perfectamente alusivo y coherente a la obra original, la primera vez que la vi, pensé: "así me lo imaginé". Tienen la esencia, los 'sonidos', los matices.
El colorido y la música hacen un cuadro perfectamente alusivo y coherente a la obra original, la primera vez que la vi, pensé: "así me lo imaginé". Tienen la esencia, los 'sonidos', los matices.
Los protagonistas resultan muy carismáticos y hasta cierto punto fascinantes. Y no solo me refiero a Gerardo y Carmiña sino al resto de los personajes principales. Es un filme que he visto un par de veces y que con gran gusto lo vería un par de veces más.
La casa de la Troya
Año: 1948
País: México
Dirección: Carlos Orellana
Valoración personal:
País: México
Dirección: Carlos Orellana
Valoración personal:
✮✮
Esta adaptación cinematográfica se toma bastantes licencias para separarse de la fuente original. Son muchos los detalles que se modifican, pero lo más relevante, y hasta cierto punto inconveniente, es que nos presenta a un Gerardo Roquer más ordinario, más juerguista que inteligente, más mundano que introspectivo. Se fija en Carmiña demasiado pronto, ruega por su amor como si no tuviera orgullo y por momentos tiene desplantes de cierta vileza. Carmiña por su parte se nos presenta extremadamente despectiva, pretenciosa y frívola. Al final se corrige el carácter antipático de la pareja protagónica, pero no se siente natural. En fin, esta propuesta cinematográfica queda en una intención (no sé si buena o mala) de reescribir la historia.
El artículo de reseña está muy completo, me dio algunos datos que yo no sabía sobre la lectura. Me ayudará bastante al hacer un resumen porque tiene información muy detallada.
ResponderEliminarMe parece que está muy completa la guía de personajes. Es interesante al principio del texto cómo empezó a leer la novela.
ResponderEliminarEn lo personal esta novela de "La casa de la Troya" me pareció muy interesante y muy divertida. Nunca le había puesto tanta atención a algo como ahora a esta novela que trata de jóvenes estudiantes... ¡Está muy interesante y muy recomendada!
ResponderEliminarMe pareció muy bien la reseña. Aunque no está toda la información me parece muy buena fuente de información
ResponderEliminarEs una novela imperdible, todos los jóvenes universitarios deberían leerla. La película me encantó. Amo a Gerardo Roquer, jaja.
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