Aunque no todos han tenido el privilegio de ver esta maravillosa trilogía, al menos una vez en sus vidas, han escuchado mencionarla. La prestigiosa saga del director y guionista Francis Ford Coppola: El padrino, ha rebasado fronteras y trascendido generaciones. No es para menos, la saga se ha hecho acreedora a 29 nominaciones al Óscar obteniendo 9 estatuillas, entre las que incluyen dos distinciones a Mejor Película para las dos primeras entregas (la tercera también fue nominada en esta categoría), lo cual la coloca como una de las dos sagas más distinguidas y aclamadas por la crítica (junto a El señor de los anillos).
Por aquello del 2014, me descargué las tres películas en formato Blu-ray rip, me dispuse a verlas, pero francamente sólo vi la primera, y me pareció algo interesante, pero hasta ahí. No conforme con este pobre resultado, unos meses después me di a la tarea de volver a ver la primera y esta vez seguirme con las subsecuentes; Así lo hice, pero con mucha mayor presteza y diligencia, el resultado fue muy positivo en esta segunda ocasión. Pero no me conformé, y le sugerí a mi pareja volver a verlas juntos, y ahí fue donde llegamos juntos a la fascinación definitiva por la saga. Las vimos con total dedicación en Netflix, pasando horas de gran calidad, nos emocionó, nos intrigó, hasta nos hizo llorar. Llegué a la conclusión de que era una de las mejores sagas que jamás vi en mi vida. Es por eso que no podía faltar la reseña personal y valoración subjetiva hacia esta querida trilogía en este espacio. Vamos allá...
The godfather
(El padrino)
Año: 1972
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La primera entrega de la saga es inolvidable, es la más sólida y a mi juicio, la de mayor calidad. También es mi favorita de las tres. La he visto en tres ocasiones y a cada vez, mi fascinación fue en aumento. Desde aquí me fui prendando de Michael Corleone, pero desde luego que Vito Andolini Corleone se lleva los reflectores, es una personaje admirable e imponente. Hay varias escenas que me parecen sumamente dramáticas a la vez que emocionantes, 'muy chingonas' en pocas palabras, por ejemplo cuando Michael logra evitar que su padre sea asesinado en el hospital (luego del atentado), también tenemos la escena donde Michael hace justicia por propia mano eliminando a Sollozzo y McCluskey, para luego huir a Italia, donde se lleva a cabo su romance con Apollonia, pasaje muy destacado para mí. En fin, así hay bastantes escenas y detalles que me encantan del guion en general. Otro personaje que me simpatiza bastante es Tom Hagen, abogado de la familia e hijo adoptivo de Vito Corleone, cada una de sus intervenciones son de mi agrado. Y pues bueno, en cuanto a los méritos que la hacen acreedora a los galardones que obtuvo, creo que todo está claro: cuenta con un guion adaptado muy estimulante, tiene una evidente calidad de cinematografía, actuaciones de primer nivel, y el virtuosismo en esplendor de Coppola. Por último, no dejar de reconocer el grandioso papel que logró Marlon Brando en su papel protagónico, cuestión que le valió para alzarse con el Óscar, aunque lo rechazó en protesta por el maltrato hacia los indios americanos que se presentó por aquellos entonces. Pero esa es harina de otro costal.
The godfather. Part II
(El padrino. Parte II)
Año: 1974
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Al término de la primera cinta, Michael se había alzado con todo el poder y señorío de la familia Corleone. Esta película nos presenta el desarrollo pleno de su 'mandato'. Paralelamente, el filme narra a modo de flash-back la historia de niñez y juventud de Vito Corleone, cuestión que yo aplaudo y celebro, pues estas escenas me han parecido incluso más amenas y estimulantes que la historia principal, y hablo específicamente del guion de esta segunda entrega. Pero sí, la figura de Vito Corleone sigue robando escena, en esta ocasión encarnado por Robert de Niro, quien también se hizo de la estatuilla dorada como Mejor actor de Reparto. Vito Andolini Corleone y sus correrías de juventud, definitivamente es lo que más me gustó del filme.
The godfather. Part III
(El padrino. Parte III)
Año: 1990
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Si bien el filme anterior se distingue por tener rodaje en suelo cubano, esta tercera cinta tiene la peculiaridad de involucrar todo el rollo eclesiástico y el desarrollo de algunas escenas en el Vaticano. Eso le da un punto de interés a la película, pero lo que a mí más me agradó fue la incorporación de Andy García como Vincent Mancini (Vincenzo Corleone), tanto el personaje como el actor, son de mi total agrado y simpatía. García hizo tan bien su trabajo que incluso le alcanzó para una nominación a Mejor actor de reparto. Aunque al final de cuentas, esta tercera entrega de la saga no obtuvo ninguna estatuilla de la Academia, logró 7 nominaciones, y en cuanto a nivel de calidad y fascinación personal, para mí, está a la altura de las otras dos. Y como pequeña muestra de su grandiosa capacidad de dramatismo y emotividad, tenemos la escena final (¡spoiler alert!): Donde Al Pacino ejecuta una actuación de campeonato al llorar amargamente la muerte de Mary, quien se desangra en sus brazos. Esta escena es sin duda, una de las más impactantes que he visto en mi vida. Ya un par de veces me ha movido al llanto; La segunda vez lloré junto a mi esposa, y eso es decir mucho, pues es muy difícil que algo nos conmueva a los dos con la misma intensidad. Por ese y otros grandiosos detalles, tengo a este filme en una estima tan grande como la que le tengo a las dos anteriores.
